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“Me identifico con cualquier movimiento popular emancipador”

— El actor presentó en Sabadell su monólogo Autoretrato de un joven capitalista español, obra con la que lleva girando cinco años

— Durante la hora que dura el espectáculo, San Juan repasa la lista de monstruos políticos culpables de la degradación democrática española

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Sábado 27 de enero. El actor madrileño Alberto San Juan llega al teatro Estruch de Sabadell veinte minutos antes de la única actuación que realizará en la ciudad. Lleva un abrigo gris, largo y abierto. Se muestra tranquilo y amable a pesar del retraso. Tenemos poco tiempo y el público, que ha agotado las entradas, se acomodará mientras él responde unas pocas preguntas. Nos metemos en el camerino. Si el escenario es el ying, el camerino es el yang. Todo es blanco: el alicatado, la pintura de la pared, la taza del váter y claro, el papel de váter. Sólo hay una percha en un perchero tipo burra. Una percha azul en un camerino blanco, que parece el vestuario de un equipo de fútbol de división regional.

–Te planteaste este monólogo para entender lo que había pasado en España en los últimos cuarenta años pero llevas ya cinco con la obra en marcha. ¿Las respuestas son las mismas?

–En realidad no era para entender qué había pasado en los últimos cuarenta años, sino para entender cómo habíamos llegado hasta aquí. Para entender nuestro presente creo que hay que viajar más hacia atrás en el pasado. Es fundamental conocer la dictadura franquista y detenerse en la transición a la democracia para entender cómo ha ido funcionando la democracia a posteriori, cómo es posible que hoy estemos en esta situación de crisis generalizada y de retroceso en las condiciones de vida de la mayoría de la población y en los derechos fundamentales.

Durante una hora de monólogo, San Juan alterna parodias, referencias bibliográficas y recuerdos de su propia vida para retratar a una sociedad contradictoria, manipulada y en crisis. El actor se pregunta si esto que le pasa a nuestro país tiene que ver con Franco, Juan Carlos I y la transición. Pero, de hecho, otros autores se retrotraen antes en la historia y se fijan en hechos como el no a la reforma protestante o el no a la Ilustración. ¿Vivan las caenas?

–El problema de España no es sólo España –se explica San Juan–. España está dentro de un continente y este continente, dentro de un planeta. El problema de España forma parte de los problemas de la comunidad humana. Y luego cada cual tiene sus propias especificidades, incluso dentro de España cada región tiene su propia historia. Es muy importante entender el retraso con que han llegado los avances históricos aquí, tanto la Revolución Francesa o la Ilustración, como el retraso con que llegó la Revolución Industrial; para acabar con el retraso terrorífico que supusieron los cuarenta años de dictadura franquista. Pero no solo eso, sino que cuando por primera vez en este país hay un gobierno socialista –o al menos en cuanto a las siglas– es justo el momento en que en Europa termina el pacto social y empieza lo que se llama la revolución conservadora o neoliberal y los recortes del Estado del bienestar.

–Una mayoría de los catalanes parece sostener la independencia como única solución para deshacernos de la herencia del 78. ¿Cómo lo valoras?

–Creo que la sociedad catalana ha estado gobernada durante cuarenta años, al menos en el marco de la Generalitat, por políticos que formaban parte del régimen del 78. El bipartidismo nacional es impensable sin Convergència i Unió y sin el PNV en Euskadi. Para mí, Convergència y Jordi Pujol son lo mismo que Felipe González y Aznar o Mariano Rajoy o Artur Mas. Viendo los resultados en las últimas elecciones, me parece que votar al PDeCAT no es votar a otro sistema; es votar al independentismo, pero ¿el independentismo al servicio de qué? ¿de qué tipo de sociedad? ¿de qué proyecto social? La escasez del apoyo a los Comunes me parece que pone en duda la parte social del procés. Y entiendo que han perdido mucho apoyo precisamente por no significarse con más claridad, quizá.

 

El actor Alberto San Juan
© Borja Alegria

 

Fuera, en el escenario, la escenografía oscura y escuálida se convertirá en la pasarela grotesca y satírica de nuestra historia reciente, por la que San Juan hará desfilar, de uno en uno, a todos nuestros verdugos, a todos los culpables del estado vegetativo de nuestra democracia y de la explotación del pueblo: “Mi novia dice que no le como el coño… –dejará ir San Juan durante su monólogo, coqueteando con el humor– ¡Si no tengo tiempo..! ¡Que se lo coma otro!”.

–Con lo que me identifico plenamente es con la movilización popular del 1 de octubre para ir a votar y para defender los colegios. Me parece una afirmación democrática colectiva de una contundencia total y demostró, una vez más, la capacidad de organización de la gente. Aunque organizaciones civiles como Omnium y la ANC estuviesen apoyadas desde las instituciones, más allá de eso, la gente supo organizarse para derrotar, nada más y nada menos, que al Estado, con su policía y sus servicios secretos y con su todo. Lo derrotaron. El Estado dijo que no habría referéndum y hubo referéndum. Otra cosa es que ese referéndum validara la declaración unilateral de independencia.

–¿Qué pensaste el 27 de octubre, cuando Puigdemont declaró la independencia y la suspendió al momento?

Lo que más me ha descolocado ha sido que hicieran creer que se había declarado la independencia no siendo cierto y que días después de haberla declarado, Joan Tardà, a quien tengo aprecio y admiración, dijera que no había la suficiente fuerza social para la independencia. ¿Y lo dices ahora? ¿No lo podías haber dicho el 2 de octubre y entonces actuar en consecuencia y de forma transparente, abierta y pública? Por un lado, yo me identifico con cualquier movimiento popular que emancipe y en el sentido de la democracia y desde luego de la República, pero no de cualquier República. Por el otro, entiendo la lógica de pensar que ahora mismo en el conjunto del Estado no hay fuerza suficiente para construir una alternativa al sistema, porque sigue siendo demasiado grande la fuerza del bipartidismo, con el apoyo de Ciudadanos y la fuerza de los medios de comunicación tradicionales, la televisión pública al servicio del sistema, la Monarquía, el IBEX 35, etc.

 

Alberto San Juan en el teatro Estruch de Sabadell
© Borja Alegria

 

–Antes de subirte a los escenarios, antes de recoger tu Goya por la interpretación masculina en Bajo las Estrellas en 2007 y antes de estrenarte en el cine con Airbag (1997), estudiaste Ciencias de la Información. ¿En qué medios de comunicación confías?

–Pues en La Marea, El Salto, Contexto, Público y eldiario.es, aunque pueda estar en desacuerdo con determinados artículos de opinión o determinados enfoques de la información. También en los programas de radio Carne Cruda y la Cafetera… Me parece que si hay información independiente está ahí y en algunos otros más que no habré mencionado. Desde luego no confío en el Grupo Prisa, ni en Unidad Editorial, ni en Vocento, ni en Zeta ni en ninguna de las cadenas de televisión.

–¿La alternativa que tú das a esta situación se llama “Teatro del barrio”? ¿Para ti es una respuesta a todo esto?

–Teatro del barrio es una cooperativa que surge en la estela de la articulación social tras el 15M y que, digamos, se plantea formalmente como cooperativa de consumo, un sitio donde se experimenta el gobierno colectivo y el trabajo y el bien común como objetivo, no el beneficio privado. De hecho, los estatutos prohíben el reparto de beneficios, si los hubiese siempre habría que reinvertirlos…

…pero la respuesta se queda a medias. De hecho, ha empezado a responder mientras se quitaba la camisa. En cinco minutos debe estar ahí fuera, en el escenario, y aún tiene que cambiarse de ropa. Alberto empieza a desabrocharse el pantalón. Mal momento para estrechar nuestras manos y despedirnos.

–Luego vuelvo y me das tu mail para pasarte las fotos que haré durante la obra, ¿vale? –le pido.

–Vale –y me sonríe mientras se agacha para quitarse un zapato.

 

Alberto San Juan en su monólogo "Autoretrato de un joven capitalista español" en Sabadell
© Borja Alegria

 

Ya en el escenario, un cañón de luz lo envuelve como si el público lo fuera a interrogar. No hace falta, no tarda en iniciar su confesión: “Soy un joven capitalista español (…) un tío de esos al que los bancos le ofrecían invertir aquí y allá. Soy consciente de que vivo en una sociedad que es injusta hasta la crueldad y quiero que cambie, pero no sé si estoy seguro de estar dispuesto a arriesgarme a perder lo que tengo en el intento”. Privilegios y renunciar a ellos. Así empieza el monólogo Autorretrato de un joven capitalista español. Al público, entre el cual se encuentra Maties Serracant, alcalde de Sabadell, le han gustado sus repuestas, las graves y las hilarantes.

De nuevo en el camerino, al finalizar la obra, Alberto San Juan se lamenta: “He olvidado decir algo sobre los presos…”

Edición a cargo de Gerardo Santos
Edición gráfica a cargo de Estefania Bedmar

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