
— Pagado por bancos y con el apoyo del Institut d'Estudis Financers, en los IES catalanes que lo piden se realizan talleres de educación financiera donde se habla de temas como el endeudamiento, la inversión y los impuestos
— "Estamos de acuerdo en que se explique economía en las aulas. Pero, ¿Cual y quién la explica?", asegura el economista Lluís Cases
El sistema capitalista está presente en todas las esferas de la sociedad. A menudo, llega a rincones de nuestra vida sin que seamos conscientes y, con sus mecanismos, una profunda desigualdad social. Violencia, en pocas palabras. Pero, ¿cómo se mantiene y se propaga este modelo? Una de las vías que utiliza desde hace unos años es la educación financiera, que está expandiéndose a todos los sectores de la sociedad: a los adolescentes, los adultos y, también, a las familias en situación de vulnerabilidad. De entrada, la educación financiera puede parecer positiva ya que hay una falta de educación económica en las aulas. Ahora bien, ¿Cómo es esta formación? ¿Qué perspectivas de la realidad ofrece? ¿Que su financiación provenga de los propios bancos es ético? En una sociedad donde el capital es el nuevo Dios, la respuesta no es fácil. Os invitamos a descubrir algunas propuestas de esta formación y el papel que los bancos tienen en ellas.
–Cuando planifiquéis vuestro presupuesto, debéis ahorrar un 10% mensual del sueldo para llenar el fondo de emergencia. ¡Te puede pasar cualquier cosa y hay que estar preparados! –explica Dolores, de unos 40 años, a 25 adolescentes de cuarto de la ESO.
Estefi escucha muy atenta a la profesora voluntaria del taller de economía financiera de hoy, imaginando que debe de ser genial poder ahorrar tanto cada mes. Su familia ni se lo plantea: bastante tienen en llegar a fin de mes sin terminar en números rojos. “A mí me pareció bien que nos dijera eso, pero que eso mi familia como que no, ¿sabes ?, vivimos al límite. A lo mejor, como mucho, si necesitamos algo ese mes estamos muy apretaos y el sacamos. Ahora, ¡yo eso en clase no lo dije!”, recuerda vívida y directa Estefi que, con sus 16 años, cursa el Bachillerato social.
–Y recuerde: cuando antes empecéis a ahorrar, más ingresos tendréis cuando os jubiléis…
Mientras la voluntaria sigue con el taller de finanzas para la vida, Amina, compañera de Estefi, está calculando cuánto costará la ropa que lleva que, aunque no le gusta, identifica que es de una marca muy cara. “Claro, trabajo en un banco, ahí hay dinero”, piensa.
Dolores trabaja en uno de los principales bancos del Estado, pero las estudiantes han visto otras personas durante estos días: un profesor jubilado de economía, un broker, un exbanquero y un trabajador de la Agencia Tributaria. Algunos les han gustado más que otros: uno solo leía, pero otro contaba anécdotas de su vida y era mucho más divertido.
–Algunos nos la querían colar, que se ponían a explicar y se notaba que eran banqueros… ¿sabes? Que tenían el ser de un banquero: Cuando vas al banco con tu padre y los oyes hablar intentando metértela –recuerda Estefi, espontánea.
–Otros no, otros decían que no dejes que te engañen. Había de todo –contrasta Amina.
Estos talleres forman parte del programa Educación Financiera a las Escuelas de Cataluña (EFEC). El proyecto es fruto de un convenio público-privado entre la Generalitat (Departamentos de Enseñanza y de Economía), el Instituto de Estudios Financieros (IEF), entidades financieras (el BBVA, CaixaBank, el Banco Sabadell, el Santander y Caixa d’Enginyers) y el Instituto Catalán de Finanzas, con el apoyo del Colegio de Economistas de Cataluña y la European Financial Planning Association.
Este año, será la sexta edición del programa, que comenzará en Barcelona a mediados de noviembre y en el resto de provincias catalanas el mes de diciembre.

…
–Tenemos un problema con los millenials, se piensan que somos el enemigo. No nos ven como sus padres –comenta preocupado el ejecutivo de un banco.
–Tenemos que buscar otro culpable de la crisis, pero no se me ocurre nadie –reflexiona en voz alta la ejecutiva de otra entidad financiera.
–La solución es fácil: los culpables serán ellos mismos. A las familias les falta educación financiera y, por ello, ha habido tanta crisis. Si los educamos no pasará más. Nos tenemos que introducir en las escuelas y que empiecen a vernos como alguien que les ayuda –concluye, contenta, la técnica que lleva la voz cantante.
–Y que quede bien claro nuestro mensaje: ¡generamos ilusión, que crea consumo y este nos lleva, inevitablemente, al endeudamiento! –proclama satisfecho el ejecutivo mientras los tres brindan con una copa de cava.
Estamos de acuerdo en que se explique economía en las aulas, es un gran déficit de nuestra generación, ¿pero quién la explica y qué economía se explica?
Esta escena seguramente no la podríamos observar en la vida real, ya que no tenemos acceso a las intimidades de las decisiones de los bancos. Ver como 3 personas ejecutivas del mundo financiero, frías y distantes, discuten sobre cómo culpar a la población de la crisis sólo lo podemos hacer en la ficción: se trata del inicio de la obra El Pla Il·lusió [El plan ilusión], de la compañía de teatro Pa’tothom.
Pa’tothom recogió las críticas de la Plataforma por una Educación en Economía Crítica (PLEEC), formada por varias entidades que, en su manifiesto, acusan a la EFEC de presentar “el sistema capitalista como el único modelo económico posible, dejando de lado la pluralidad y el pensamiento crítico imprescindible en todo proceso educativo y de desarrollo personal”. Dentro del proyecto Teatro contra los poderes financieros, Pa’tothom creó la obra de teatro foro El pla il·lusió, que hace un repaso por la historia y ejecución de los talleres con una mirada crítica.
–Estamos de acuerdo en que se explique economía en las aulas, es un gran déficit de nuestra generación, ¿pero quién y qué? ¿Están legitimados los bancos después de estafas como las de las preferentes, a promover leyes que son abusivas, como las de las cláusulas suelo o la ley hipotecaria? –reflexiona uno de los ideólogos y actores de la obra, el economista Lluís Cases–. Ahora empieza a hablarse de ello, pero existen otras economías: la economía colaborativa, la economía del bien común, la economía social y solidaria, la del intercambio, la feminizada, la de los cuidados… ¿Todo esto los bancos lo están contando?
El EFEC se enmarca dentro de las recomendaciones de la OCDE y la UE (a raíz de los malos resultados en competencias financieras que reflejaba el informe PISA) y deriva de unos talleres de educación financiera que, desde 1999, se realizaban en Escocia. La Comisión Europea valoró sus buenos resultados y puso en marcha una prueba piloto llamada EFEP, dirigida ya por el Instituto de Estudios Financieros (IEF), que se realizó en Cataluña con 750 alumnos. Su buen resultado llevó al IEF a crear el EFEC, gracias a la financiación y en la aportación de voluntariado por parte de los bancos.
Actualmente, se realizan 6 talleres de educación financiera destinados a cuarto de ESO. En estos, se habla de temas como el endeudamiento, el ahorro, los impuestos, la inversión o la gestión de los presupuestos en un momento que para muchos jóvenes, a punto de cumplir los 16 años, puede ser el paso previo a la acceso al mercado laboral. Los talleres se ofrecen de manera gratuita en escuelas públicas, concertadas y privadas de Cataluña en diferentes formatos. Los centros educativos pueden impartir de forma autónoma, ya que ofrecen formaciones al profesorado y los materiales se pueden descargar gratuitamente desde su web.
Pero, además, también pueden solicitar personas voluntarias que conduzcan los talleres.
La formación
El escenario se queda vacío un instante, justo para dar paso a la entrada de dos ejecutivas que, formales, se quedan de pie, a la espera. Un joven entra, cohibido y motivado, en la sesión de formación de los talleres del EFEC. Las mujeres lo conducen hasta una silla y le hacen sentarse entre ellas.
–¿Cuál es tu objetivo en los talleres? –le pregunta una de las formadoras, incisiva.
–Lo tengo claro: enseñar a los alumnos conceptos financieros que les sirvan para la vida –responde convencido el voluntario. Mientras habla, con la mirada busca la aprobación de las formadoras.
–También recuerda lo más importante: tu propósito principal es convertir a los estudiantes en fieles consumidores de todos nuestros productos financieros –interviene la otra formadora, cortando.
–Queremos futuros clientes –le deja claro la primera formadora mientras con la mano subraya la palabra clientes–. ¿Has pensado en cómo irás vestido?
–¿Así? –responde, cada vez más dudoso, el voluntario, mientras señala con una mano la ropa. Camisa blanca abierta por el cuello, que deja entrever los pelos del pecho, y unos pantalones oscuros arrugados.
–Vendemos tu imagen. Los estudiantes deben querer ser como tú: tienes que vestir elegante y moderno. Y si te preguntan, tienes un buen coche, un piso grande y una vida súper feliz –acaba la formadora, mientras acompaña el voluntario hacia la puerta, ya preparado para empezar a impartir los talleres.
Esta es la segunda escena de la obra El pla il·lusió, que incide en la formación del voluntariado. Ferran Borràs, profesor jubilado de economía, es voluntario del proyecto y también formador de nuevos voluntarios. Asegura que la obra no representa la realidad, todo lo contrario.
–Les damos un decálogo donde dice que su marca es EFEC, no tienen que explicar nada más. Sí que les pedimos que se presenten, pero este presentarse es como quieran. Hay gente que se presenta como “soy trabajador del banco”, pero no van a vender nada –comenta Ferran. En la misma línea, Jordi Martínez, director de educación financiera del IEF, asegura que “en las escuelas sólo entra el símbolo del EFEC”.

Las personas voluntarias disponen de un material en formato de presentación para cada taller, que está acompañado de unas notas a pie de página que les indican que hay que explicar y cómo. Al inicio de cada taller la instrucción es clara:
“Preséntese: nombre y descripción rápida de lo que hace en su trabajo. Es importante que los estudiantes vean que les habla alguien que trabaja en el sector financiero y que les puede contar anécdotas y casos reales. Tenga en cuenta que, aunque trabaje para una entidad financiera, no puede hacer ninguna acción comercial ni publicitaria. (Recuerde el decálogo del voluntario)”.
–Tenemos voluntarios de 130 entidades. La que nos envía más es La Caixa, después el colegio de economistas, y el tercero es el Banc Sabadell. Pero, por ejemplo, hay más voluntarios de otras entidades que los que pueda poner el Banco Santander. También hay 70 o 80 personas de ninguna parte: un concejal de Montmeló, dos funcionarios de economía del ayuntamiento de Barcelona… Son personas que saben de finanzas y que se han ofrecido a colaborar –expone, afable y próximo, Jordi Martínez.
Basta de obras de teatro. A continuación, nos adentraremos en la realidad de los talleres que ofrece el EFEC y analizaremos sus contenidos principales.
Taller 1: Administrando tu dinero
Un coche rojo y llamativo es lo primero que ven los estudiantes cuando se habla de la gestión del dinero. Al coche se le suma una partida de póquer, y tiene como resultado la imagen de un mendigo.
–Si sois desordenados y hacéis una vida loca, acabaréis como el hombre de la diapositiva: hundidos –expone la Dolores, la voluntaria del taller–. Ahora bien, si trabaja y ahorra, conseguirá lo que os proponéis: ir de vacaciones, tranquilidad y descanso –dice mientras señala la segunda hilera de dibujos, donde un trabajador y una hucha igualan a una pareja que viaja.
Esta última imagen ha variado este curso. Antes, el desenlace era una familia (los padres, dos niños/as y un perro) delante de una piscina, con todos los miembros descansando tranquilamente en primer plano. Pero los tiempos cambian y los impulsores del proyecto han simplificado los dibujos en busca de una imagen más juvenil.
A pesar del cambio, el texto que acompaña la diapositiva sigue siendo el mismo: “administrar el dinero no es un problema de cuánto se ganará, sino de cómo y en qué lo gastaremos”.
El programa EFEC ha ido creciendo. El curso pasado llegó a 321 escuelas, que representan un 31% del total de Cataluña, aumentando las 301 del curso 2015-2016. En Barcelona se realiza a más escuelas concertadas que públicas, 59 de 80.
Sin embargo, desde la Plataforma por una Educación en Economía Crítica (PLEEC) aseguran que el EFEC no crece al ritmo esperado por el Departamento de Enseñanza y el IEF, los cuales, según la plataforma, pretendían extenderse a todas las escuelas catalanas. El crecimiento del último año representa sólo un 1%.
A pesar de la acusación de la PLEEC, Martínez rechaza que se marquen objetivos. Además, defiende que puede que muchas escuelas realicen el programa de manera autónoma y no los puedan contabilizar en las estadísticas.
La PLEEC ha publicado una encuesta interna de 2015 sobre las razones que han llevado a algunas escuelas a no volver a pedir la EFEC. El aburrimiento o la visión única de las finanzas son algunos de los motivos que han recogido. Entrevistaron al 43% de las escuelas públicas de Barcelona, de las cuales un 58% no repitieron el curso siguiente los talleres del EFEC.
Estos datos, parciales, contrastan con los que ofrece el IEF. Encuestaron a 259 escuelas de las 321 que realizaron los talleres el curso pasado. De este 81%, sólo 7 escuelas dijeron que no repetirían (el 2,7%). Jordi Martínez, vestido con americana y pantalón oscuro a juego, admite que “puede ser que quien no contesta es porque no quiera continuar”.
Uno de los Institutos que no ha continuado y que ha preferido que no se publique su nombre, lo hizo porque “había algún profesor que opinaba que los valores que se transmitían en estos talleres no eran adecuados para los alumnos y menos si eran explicados por personas vinculadas a los bancos, que precisamente habían sido los responsables en cierto modo de la crisis que se estaba viviendo. Además, la segunda vez que los vinieron a hacer las personas que impartían los talleres no lo hicieron demasiado bien. Los alumnos no mostraron interés”.
Un alumno de este IES comenta que “hubiesen sido buenos talleres sino se hubiesen decantado por inculcarte las ofertas o recomendaciones de un banco en concreto, ya que repetían de qué banco era y sus ventajas”.
Taller 2. Endeudarse? Con conocimiento
–Antes de pedir un préstamo, tenéis que informaros siempre y, sobre todo, leer la letra pequeña –explica en el taller Endeutar-se? Amb seny [Endeudarse? Con conocimiento] Marc, el voluntario de hoy–. ¿Porque, qué pasa si no lo puede pagar?
La reacción de la clase es bastante silenciosa, ya que han notado que la pregunta no espera respuesta. A Estefi, sin embargo, le cala la idea del taller:
–Yo entiendo que una persona no debería meterse en una cosa que no es capaz de pagar, porque a lo mejor es de una clase muy baja y va a coger una casa tope de grande y se mete en eso y ¡pa!, cuando la tienen que echar lo pasa mal. A ver, yo lo entiendo, pero también tienes que pensar que tu has hecho algo que no tendrías que haber hecho: ¡te tendrías que haber conformado con lo que puedes! –asegura, sofocada, Estefi.
El título de la obra del Forn de Teatre Pa’tothom, “el plan ilusión”, hace referencia a este taller sobre endeudamiento. Jordi Martínez, director de educación financiera del IEF –que organiza los EFEC–, niega conocer la existencia de esta obra de teatro y deja escapar una pequeña risa cuando escucha su nombre.
–No sé porque se llama así, suena a título de la banca: ¡voy a contratar un plan ilusión! –comenta con un tono nervioso, entre la risa y la duda. Cuando se le habla de endeudamiento, vuelve al tono más serios–. No estoy de acuerdo con esta idea. Si tú coges a 30 adolescentes de 15 años que han hecho los talleres, ellos se endeudan menos; contándoselo como lo hacemos, que les explicamos todo lo que tienen que pagar, seguro que compran menos.
Sin embargo, el director del IEF, Josep Soler, parece que no comparte su opinión: “El endeudamiento es algo positivo, pero el sobreendeudamiento no lo es”, aseguraba en una entrevista en el diario Ara en 2015.
Pedro Gozalbo, miembro de la PLEEC y profesor de secundaria, asegura que “los materiales son una herramienta de adoctrinamiento al servicio de las instituciones financieras bajo la financiación y apoyo del departamento de enseñanza, la consejería de economía y el gobierno de la Generalitat. No hay ningún interés por el desarrollo crítico de la juventud de cara a su autonomía e independencia”.

Desde el EFEC, Jordi Martínez insiste en que los bancos no revisan los materiales, que esto lo hace un comité asesor formado por miembros del IEF, del Departamento de Enseñanza, profesores de la escuela pública y de la concertada.
–Llevo aquí desde 2014 y nunca ningún banco me ha dicho “¿me enseñas el material?”. Ellos financian el programa y ponen los voluntarios, pero los materiales nunca me los han pedido. No hablamos de banca ética pero tampoco de no ética, ni de economía: en la asignatura que hablen de sistemas económicos y que debatan. La crisis que se explique en la escuela, yo no la puedo explicar.
El EFEC se encuentra dentro del Plan de Educación Financiera 2013-2017, que la justifica con el argumento de que la crisis podría haberse mitigado si la sociedad hubiera tenido niveles adecuados de educación financiera. También considera que “los jóvenes de hoy son los consumidores de productos y servicios financieros de mañana”.
A la búsqueda de clientes
Marina avanza segura hacia la pareja joven que permanece en la sala de espera del banco, un conjunto de sillas ubicadas en un extremo del espacio.
–Pasad a mi despacho, allí estaremos más tranquilos –les dice con una sonrisa, mientras aprieta sus manos con fuerza, intentando transmitir seguridad y confianza.
El despacho es un pequeño espacio apartado del resto por una mampara blanca, totalmente neutro si no fuera por la pequeña foto familiar ubicada en una punta de la mesa, que aporta a la escena una cierta sensación de cotidianidad.
–Queríamos abrir una cuenta corriente común –se apresura a anunciar Laura, que tanta atención de Marina la ha hecho sentirse un poco incómoda–. No queremos pagar comisiones.
–¿Trabajáis? –pregunta con una sonrisa Marina. Ambos afirman con la cabeza–. ¿Qué sueldo tenéis?
–Unos 20.000 brutos al año y ella unos 22.000 –contesta, algo violentado, David.
–Perfecto –rápidamente, Marina se hace un mapa mental de los productos financieros a los que tienen acceso según sus ingresos–. Con su nómina no tendrá problemas. ¿Ha pensado que ahora es el momento idóneo para hacerse un plan de pensiones que, aparte de asegurarse la jubilación, le ofrece muchos beneficios fiscales?
–La verdad es que no creemos en esas cosas– responde Laura rápidamente.
–¿Pero sabes cómo funciona? A menudo no se explica bien –Marina insiste, pero la cara de Laura la frena–. Bueno, tal vez más adelante. ¿Has oído hablar de los fondos de inversión? Es una manera de invertir, con riesgo, pero que si se hace poco a poco y siguiendo nuestros consejos le puede dar muchos beneficios.
Marina trabaja por objetivos. Cada producto que vende le da unos puntos, que aumentan a medida que crece el riesgo. Le da más puntos un fondo de inversión, que le da más margen al banco y tiene más riesgo, que un plan fijo, que prácticamente no le da rentabilidad al banco.
Los puntos se van sumando y si Marina llega a los objetivos que le marca el banco, cuatrimestralmente y en enero cobra una variable, que calcula que no llega al 10% de su sueldo anual.
–Dentro de los objetivos y de la presión para conseguir clientes rentables, intento vender correctamente. La ética ha cambiado bastante desde las preferentes: no enchufar a cualquiera cualquier cosa –asegura Marina, que lleva desde 1999 trabajando como gestora comercial en entidades financieras.
“Yo vendí deudas subordinadas con vencimiento, similares a las preferentes. Como comerciales no éramos conocedores del riesgo que podían tener las preferentes, que se vendían como un plan fijo y no lo eran”, confiesa Marina.
Paco, ya jubilado, trabajó 30 años en el Banco Santander. No quiso vender productos financieros, aunque los últimos años la insistencia del banco aumentó apelando a que los clientes, por su veteranía, confiaban en él.
Paco lo tenía claro: “A mí no me gusta engañar a la gente. Puedo vender algo en lo que creo, pero del banco no creía en nada. Ahora a los nuevos trabajadores los tienen muy apretados con el tema de los incentivos; por suerte, a mí me dejaban hacer tranquilo”.
Su mujer, Tere, compró un paquete de preferentes sin decirle nada. Cuando al cabo de unos meses se lo comentó, Paco desconfió.
–El nombre de las preferentes me olía mal, pero no porque supiera el riesgo: ¡el riesgo vino cuando se fueron a la mierda los bancos! Hace 30 años este nombre ya sonaba: el banco obligó a los cargos directivos a comprar. Emitió preferentes para poder captar capital y los directivos estuvieron 10 años sin poderlas vender. Era un producto bastante opaco. Quien las vendía sabía que tenían riesgo: sino es que no le habían informado, pero tampoco había querido informarse –concluye, taxativo, Paco.
Tere confió en su asesora del banco, que consideraba una amiga. Ha recuperado menos de la mitad de la inversión, aunque llegó a ir a juicio. “Antes un banquero era como un médico; ahora ya hemos visto que no puedes confiar en ellos “, comenta, taxativo, Paco.
A raíz de las preferentes y de toda la polémica que provocaron, ahora la European Financial Planning Association (EFPA) obliga a los trabajadores a hacer un curso y unos exámenes antes de 2018 para poder vender fondos de inversión, el producto de moda. “Es una forma de control para que estemos formados con productos financieros de alto riesgo; estamos escaldados con las preferentes”, comenta Marina, que está realizando el curso para poder obtener el título.
Taller 3: Inversión inteligente
–No es lo mismo ahorrar que invertir. Seguro que todos tenéis objetivos vitales. Alguien lo quiere compartir? –pregunta el voluntario, hoy un broker.
–A mí me gustaría montar una peluquería. Pero no sé de dónde voy a sacar tanto dinero –contesta, tímida, Susan.
–Lo tienes que tener claro: tu objetivo vital es poner en marcha una peluquería, pero tu objetivo FINANCIERO es tener dinero para abrirla –le explica el voluntario–. Qué puedes hacer para conseguirlo?
–Ahorrar? –responde la Susan vergonzosa.
–Puedes ahorrar e ir acumulando dinero, pero puede que no sea suficiente. Lo que quizás necesitarás es invertir. Pero no se asuste, hay muchas maneras de hacerlo; ahora las veremos! –a continuación, el voluntario pasa a describir los diferentes niveles de riesgo que tienen los productos financieros.
En este taller, se explica al alumnado las diferentes opciones que hay en torno a la inversión y el riesgo que llevan asociado. Este año han añadido un apartado sobre finanzas socialmente responsables. Son 5 diapositivas que tratan de la posibilidad de contratar productos financieros según criterios sociales, medioambientales y de buenas prácticas.
En esta línea trabaja el IES público Quatre Cantons:
–La banca ética no busca los máximos beneficios, sino que se basa en los criterios de cooperación y sostenibilidad. Fomentamos una economía real, financiando proyectos que contribuyan a hacer un mundo más justo –expone un miembro de Fiare, una de las bancas éticas de Cataluña ante una clase de cuarto de la ESO.
La charla se enmarca dentro de uno de los módulos, llamados Trabajos Globalizados de Propuesta Ética (TGPE), que el IES realiza desde hace 3 cursos. El instituto, que trabaja con metodologías globalizadas, similares al trabajo por proyectos, contacta con entidades externas que diseñan, conjuntamente con el profesorado, un encargo a dar a los alumnos.
Según Geshta, las grandes empresas tributan al 7% mientras que el resto tiene una carga fiscal media del 13,9%
Sònia, profesora del IES Quatre Cantons, explica que “el curso pasado el TGPE duró dos meses y lo hicimos con dos entidades: el banco ético y cooperativo Fiare y la fundación de entidades FETS. El objetivo es dar a conocer que hay otro tipo de banca y que el dinero se puede usar de muchas maneras; contaban conceptos financieras comparando el modo de hacer de los bancos tradicionales y de la banca ética”.
El 80% de los trabajadores de la Agencia Tributaria se dedican a perseguir personas trabajadoras y pequeñas empresas, asegura Geshta
En el proceso de conocimiento de la banca ética, los estudiantes visitaron una empresa social, Alencop, que está financiada por Fiare. Una vez hecho el proceso de reflexión, asumieron el encargo de organizar una campaña publicitaria para dar a conocer la banca ética. Montaron un stand con material donde la comparaban con la banca tradicional y elaboraron trípticos y material audiovisual.

Taller 4: Los impuestos y tú
El tallerista de hoy es alguien especial y, por ello, una decena de periodistas rodean el aula. El vicepresidente del gobierno y consejero de economía y hacienda, Oriol Junqueras, está en el IES Milà i Fontanals del Raval.
–Los impuestos sirven para que aquellos que tienen mucho dinero pagan más impuestos y estos impuestos se convierten en servicios para todos. Quizás, especialmente, para aquellos que tienen menos –explica, con su tono didáctico y rotulador en mano, el consejero.
A pesar de esta afirmación, el gobierno ha limitado la recaudación vía impuestos directos, que son los que redistribuyen la renta, potenciando los indirectos. Es el caso del impuesto de sucesiones, que Junts pel Sí y PP bloquearon en junio de 2016 alegando miedo a la fuga de los capitales.
El Estado también contribuye a este desajuste con un impuesto de sociedades que cada vez colecta menos, acumulando entre 2016 y 2017 una diferencia de recaudación entre lo que se espera y se recoge de más de 34 millones de euros, un 13% del total. La causa la encontramos, siguiendo el sindicato Gestha, en que las grandes empresas tributan al 7% mientras que el resto tiene una carga fiscal media del 13,9%.
Esto último mientras el 80% de los trabajadores de la Agencia Tributaria se dedican a perseguir personas trabajadoras y pequeñas empresas, según asegura Gestha.
–La fuga de capitales es un argumento falso. Habría que adoptar un régimen de control de capitales para poder limitar la circulación y controlar los capitales. La izquierda ha asimilado el discurso de la globalización mezclando la apertura de fronteras entre personas y capitales y no puede ser: fuera las fronteras para las personas, pero no para los capitales –reflexiona Sergi Cutillas, economista y miembro de la Plataforma Ciudadana de auditoría de la Deuda y de Ekona, cooperativa de consultoría y de análisis económico–. En China este sistema hace que la economía funcione mejor que en Occidente, incluso lo dice el FMI. Esto, sin embargo, en ninguna radio lo oirás, porque sino te tratarán de bolchevique.
…
Hoy, el voluntario del taller “Los impuestos y tú”, un trabajador de la Agencia Tributaria, se encuentra con una pregunta incómoda:
–¿Por qué el estado no ayudó a las personas? –pregunta una de las alumnas.
–¡Porque al Estado le falta dinero! –responde enérgico y seguro el voluntario–. Cuando se hacen facturas sin IVA, esto afecta a las familias:¡ es fraude fiscal!
El 70% del fraude fiscal pertenece a las clases altas, según datos de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda. En comparación, el fraude que corresponde a los hogares es ínfimo.
Para información poco explicada como ésta, una de las principales reivindicaciones de la PLEEC es que la educación financiera debería gestionar, exclusivamente, el profesorado, mediante el aumento de recursos humanos y materiales en los institutos.
–La educación financiera la deben hacer los profesores que para ello están –afirma el Carlos Izcara, profesor de sociales en el IES Enric Borràs de Badalona y miembro del comité asesor del EFEC. En su IES llevan realizando el programa EFEC desde que se creó, hace 5 años–. Tal y como están montadas las cosas, un profe que haga bachillerato y una materia de emprendimiento ya no puede hacer nada más. La administración dice que no tiene medios para invertir en más profesores.
Actualmente, en los institutos se realiza economía en Bachillerato como asignatura obligatoria del itinerario social y, en cuarto de ESO, en forma de optativa. Pero, ¿cómo son estas clases de cuarto? ¿Comparten contenidos con el EFEC?
***
–¿Quién de aquí ha oído hablar de las tarjetas de crédito? –comienza la clase el profesor de economía, Sergi. La atención de los y las estudiantes se focaliza rápidamente, haciendo silencio.
–Mis padres tienen, la utilizan siempre –se levanta una voz desde el final de clase.
–¿Se ha planteado que esto es una deuda? También cuando pagamos una cena con la tarjeta, o la compra del mes. ¡En estos momentos nos estamos endeudando!
Estamos en la clase optativa de economía y emprendimiento de cuarto de ESO, aunque podríamos estar en el taller “Finanzas para la vida” del EFEC.
Incorporada el curso 2014-2015, la asignatura llega sólo a una parte del alumnado. Combinar dos optativas que tenían que ir por separado (según los dos itinerarios que marca la LOMCE, uno orientado a Bachillerato y el otro a la Formación Profesional). Con la fusión, hecha por la Generalitat, la necesidad de profesorado disminuyó: de las 6 horas de las dos asignaturas (3 cada una) se pasó a 4 horas lectivas de una única materia.
–El currículo es extremadamente neoliberal y forma parte de las políticas agresivas de Junts pel Sí respecto a la mercantilización de la educación. Prácticamente, un tercio de las materias están al servicio de las instituciones financieras, para vender sus seguros, contar sus tarjetas y convencer a la gente que compre motos, coches y que se haga una plan de pensiones privado –reflexiona, hablando muy rápido y cada vez más exaltado el Pedro, miembro de la PLEEC.
Carlos comparte la crítica a la asignatura: “Algunos conceptos pueden interpretarse como sesgados, en el sentido que da por hechas cosas que no son tan claras. El libro dice que no queda dinero para las pensiones, que se ha gastado todo y en el futuro si no tienes un plan de pensiones estarás jodido”, la verborrea imparable de Carlos hace emerger su espíritu crítico. Y continúa:
–Esto es media verdad. Media verdad es media mentira. ¿Por qué es verdad? Es verdad que si no tienes un plan no podrás complementar tu pensión. Pero si no lo tienes, nadie te está diciendo que el Estado no te podrá pagar tu pensión.

Taller 5: Finanzas para la vida
–Recuerde: el problema no es que entren 600 euros en casa sino cómo los gestionamos: debemos prescindir de gastos innecesarios y, además, tenemos que ahorrar por si salen sorpresas negativas. Esto se llama planificar y, cuando antes lo empecéis a hacer, más beneficios obtendréis –expone el voluntario, ex banquero–. Al principio costará, pero pensad en el futuro. Por poco dinero que tengais, de la paga o de algún trabajito que encontréis, ¡ya podéis empezar a ahorrar!
El EFEC incluía los planes de pensiones en el tema de Finanzas para la vida, pero con la reestructuración de contenidos hecha este curso se ha excluido, ya que según comenta Jordi Martínez, “los profesores pedían ejemplos más cercanos”.
Sin embargo, se incluye una actividad denominada “Los ingresos a lo largo de la vida” que propone a los y las estudiantes que dibujen la línea de ingresos que creen que pueden tener hasta su muerte. Se pide a los voluntarios, a través de las notas explicativas de la actividad, que dejen claro que la evolución de los ingresos “si se planifica bien, no debe disminuir abruptamente a partir de la jubilación”.
El Plan de Educación Financiera 2013-2017 insiste en la importancia de ahorrar de cara a la jubilación, resaltando el papel de los seguros y los planes de pensiones. Lo recoge el siguiente fragmento:
Las reformas que se están llevando a cabo en España, con el fin de garantizar la sostenibilidad
del sistema público de pensiones, van en la línea de trasladar mayor responsabilidad a los
ciudadanos en materia de ahorro a largo plazo y pensiones. La baja tasa de natalidad y el aumento
de la esperanza de vida, unidas a la época de crisis, hacen necesario concienciar a los
individuos para que complementen la pensión pública que recibirán una vez jubilados (pàg. 20).
No hay ninguna diferencia entre cómo crean dinero los bancos y cómo crean dinero los falsificadores de dinero o, incluso, la gente que expropia bancos
Taller 6: Infórmate para decidir
–Muchas familias lo han pasado mal por culpa de los bancos –comenta Saida en una de las clases.
–Te equivocas Saida. Lo han pasado mal porque no han gestionado de manera responsable sus finanzas. Recordad: los préstamos son naturales, pero debe evitar ir a “chiringuitos financieros” si no queréis que os estafen –explica el voluntario del taller.
El tema de las estafas y de la necesidad de informarse en entidades confiables cierra el último taller del EFEC. Con la idea de expandir algunas ideas de los talleres, sobre todo la de la gestión del presupuesto, el programa EFEC ha expandido a otros colectivos, como las familias en situación de vulnerabilidad social y económica.
Se realizó un plan piloto el curso 2015-2016 del programa, llamado “Aprendiendo, ¡mejoramos!”, que no se ha repetido. El IEF llegó a un acuerdo con la Fedaia (Federación de Entidades de Atención a la Infancia y la Adolescencia), quien contactó con diversas entidades sociales. Los talleristas de este programa provenían de la Asociación de Voluntarios de la Caixa, y llegó a 123 familias.
–A los voluntarios les decíamos que no pueden ir a dar ninguna lección a estas personas, porque a veces viven con una PIRMI de 400 euros y poco, y con hijos –explica Jordi Martínez con un matiz de ilusión a la voz–. Si en el fondo de emergencia lo ideal sería tener de 3 a 6 meses tus gastos, aquí era: “podemos separar 5 euros al mes? Va, vamos a probarlo”, y luego era bonito porque volvías al cabo de un mes y te decían “ostras, he separado 10 euros”, que al final de año son 120 euros. No es mucho, pero si se le rompen las gafas a tu hijo pues antes de la ayuda social lo tendrás, o si hay una excursión que no estaba prevista y la escuela no ayuda, pues… ya lo tienes.
El programa también se ha extendido a los CFA (Centros de Formación de Adultos), donde su tercera edición ha llegado a 41 centros.

Otras voces, otras miradas
La violencia del sistema financiero es tan amplia y engloba tantas esferas que se hace muy difícil poder poner cara a sus responsables. Pero, ¿otro mundo es posible?
Núria Güell es una artista gerundense que, utilizando sus privilegios como ciudadana española, blanca y europea, realiza acciones contra las injusticias que la rodean. Algunas las ha focalizado en el sistema financiero. Es el caso del proyecto Aplicació Legal Desplaçada # 1: Reserva Fraccionària, que consistía en enseñar a la población cómo robar un banco a partir de invertir el sistema de reserva fraccionaria (según el cual los bancos crean dinero de la nada).
Para ello, organizó un encuentro donde los expropiadores de bancos Lucio Urtubia y Enric Duran, acompañados del economista Qmunty, respondían al título ¿Cómo podemos expropiar dinero a entidades bancarias?. Con las respuestas, se elaboró un manual que se puede encontrar gratis en la red.
–No hay ninguna diferencia entre cómo crean dinero los bancos y cómo crean dinero los falsificadores de dinero o, incluso, la gente que expropia bancos. La única diferencia es que los bancos tienen impunidad para hacerlo porque forman parte del poder y las leyes están en función de ellos –explica Núria con una voz relajada–. Al principio mucha gente decía que el proyecto era inmoral. Esto cambió a partir del 15M, cuando la gente tomó conciencia de que los bancos eran responsables de sus actos. En este momento, cambió su relación con el proyecto.
Tenemos una dictadura financiera que, en una democracia, solo se puede revertir si el sector público interviene en el privado
Dissuasió fue otra acción de Núria en la que se cuestionaba la escuela como institución que genera sumisión en lugar de potenciar la capacidad crítica de los niños. Conjuntamente con Enric Duran, creó una unidad didáctica para 3º de ESO que explicaba “una de las cosas que en la escuela no se toca nunca: de dónde sale el dinero, cómo se crea el dinero, quien puede crear dinero”. Los materiales que utilizaron se pueden encontrar también en la red. Otros materiales disponibles sobre educación financiera alternativa son los creados en 2014 por la Plataforma Ciudadana de Auditoría de la Deuda (PACD), que enviaron a algunos institutos de Sant Cugat del Vallès.
En 2014, Núria, conjuntamente con el artista cubano Levi Orta, crearon un paraíso fiscal dentro del proyecto Arte Político Degenerado con dinero proveniente de fondos públicos (el presupuesto de una producción artística, 3.000 y poco euros). Se asesoraron con abogados de ESADE y en 15 días tenían la empresa hecha. “La gente también se escandalizó, pero hacíamos lo que tantos y tantos políticos. Después llegaron los Panamá Papeles y ahora los Paradise. Es un sistema que funciona muy bien, muy rápido y que mucha gente utiliza”, asegura Núria, que mientras habla emociona recordando el revuelo que generó la acción.
En la búsqueda de propuestas que hagan más justo el sistema financiero actual, el economista Sergi Cutillas lo tiene claro:
–Es necesaria la apropiación democrática de la banca y convertirla en pública, devolverle el poder a los Estados. Antes de las crisis de la década de los 70, la democracia tenía más poder que el sistema financiero, ahora está girado por la revolución neoliberal. Tenemos una dictadura financiera que, en una democracia, sólo se puede revertir si el sector público interviene el privado –concluye Sergi, con una intensidad que busca ser esperanzadora.
Estas acciones y propuestas se enmarcan en un contexto de lucha y rebelión contra el poder establecido. Aunque su repercusión es limitada, abren una rendija para otra clase de organización económica y social. Existen otros tipos de economía que proponen maneras diferentes de relacionarse, como la economía colaborativa o la solidaria. Acontecimientos como el de la Feria de Economía Solidaria de Cataluña, celebrada en octubre en Barcelona, son una ventana a todas las alternativas.
Y en este punto de efervescencia del pensamiento, la educación económica crítica parece una herramienta clave para concienciar y caminar hacia otros modelos sociales, contra unas violencias tan presentes como invisibilizadas. Porque “si es legal, es ético; si no fuera ético, sería ilegal”, como rapea el grupo Sons of Aguirre, con una frase de los brokers.